“Ahora resulta que comprar cocinas para las niñas y coches para los niños también es violencia. Esta generación de cristal ya no aguanta nada”. Aunque puede sonar ridículo, en nuestra cultura y sociedad existen prejuicios y costumbres que fomentan el machismo y la violencia de género, escalando fácilmente a abuso sexual o feminicidios.
La violencia de género, como otros tipos de violencia pueden verse disfrazados como situaciones comunes o inofensivas. Sin embargo, cualquier actitud que de alguna manera atente contra los derechos humanos al trato igualitario, digno y respetuoso, se considera violenta. Ve nuestro post sobre el violentómetro para más información al respecto.
Se conoce como violencia de género al maltrato que ejerce un sexo hacia el otro, por razones de discriminación de género o machismo, que puede ser de hombre hacia la mujer o viceversa. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, esta violencia ocurre en contra de la mujer.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».
¿Cómo ocurre la violencia de género?
Podemos observar la violencia de género desde tres perspectivas:
- Violencia estructural. En una sociedad dominada por el género masculino e ideas machistas, la misma estructura de la sociedad ejerce injusticias sobre el género femenino. Ejemplos de esto incluyen puestos de función pública y toma de decisiones dominados completamente por hombres. Esto llega incluso al punto en que muchas instituciones no apoyan adecuadamente a víctimas de abuso sexual, pidiéndoles probar su acusación y cayendo en complícidad al entorprecer su proceso de acceso a la justicia.
- Violencia cultural. Como el ejemplo del comienzo, la creación de roles de género y estereotipos fomentan el favorecimiento del género masculino a costas del femenino. Este tipo de actitudes encuentran sus raíces muy profundas en nuestra cultura y sociedad. Nuestra sociedad busca a hombres con estudios que puedan apoyar económicamente a una familia, y mujeres que “sean buenas esposas y madres”. Esto crea expectativas que no necesariamente corresponden con los deseos individuales de cada hombre o mujer. Igualmente, esto condiciona nuestra forma colectiva de pensar, limita oportunidades, atenta contra la igualdad de género, y en muchos casos causa un trato inferior al género femenino.
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Violencia directa o física: Es el tipo de violencia ejercido a un nivel individual que corresponde con un daño directo a una víctima, ya sea daño psicológico, sociológico, económico o sexual.
- Violencia física: Involucra daño al cuerpo de la víctima mediante golpes o armas.
- Violencia psicológica: Actos que dañan el equilibrio emocional de quien los sufre, tales como: abandono, celos, humillaciones, rechazo y amenazas.
- Violencia económica: Limitaciones de dinero o posesiones que llevan a la dependencia y control sobre la persona afectada.
- Violencia sexual: Actos en los que alguien degrada o daña el cuerpo de otra persona, daña su integridad y ejerce poder para convertirla en objeto sexual, ignorando su consentimiento.
¿Qué debo hacer?
Como sociedad es necesario identificar estas situaciones y estar conscientes del daño que causan. Es necesario eliminar los prejuicios y roles de género y aceptar que todas y todos somos iguales, somos personas, y debemos disfrutar los mismos derechos y oportunidades. Informarnos es la principal herramienta para disminuir la violencia de género en nuestra sociedad.
Si sientes que estás involucradx en una situación de violencia, puedes informarte de su gravedad en el violentómetro. La violencia de género incluye violencia sexual, más no está limitada a esta. También incluye cualquier situación que busque degradar a alguien o violar alguno de sus derechos por razones de género.
Si eres víctima de violencia sexual, puedes:
- Llamar a la Línea Mujeres (5658-1111) para recibir orientación sobre las instancias especializadas que brindan atención a víctimas de violencia sexual.
- Acudir a las unidades de Atención LUNAS, en las 16 Alcaldías de la Ciudad de México, para recibir asesoría jurídica y/o atención psicológica.
- Presentarte a los Módulos de las Abogadas de las Mujeres en las Agencias del Ministerio Público y Fiscalías Especializadas de Delitos Sexuales para recibir orientación y apoyo en el inicio de tu denuncia.
- Acercarte a las Fiscalías Especializadas de Delitos Sexuales o bien, recibir atención integral en el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia.